Villarruel, que había trabajado como maestro suplente durante décadas, se vio obligado a renunciar en mayo del año pasado, cuando los centros educativos cerraron sus puertas debido a la pandemia del coronavirus y se impuso la educación a distancia, mediante clases en línea.

«Decidí que la situación escolar había cambiado por completo y creí que un trabajo de suplente había terminado. […] Logré hacer todo el papeleo, todos los trámites para cobrar mi pensión. Obtuve mi cheque, pero ese cheque no duró mucho, porque ya tenía deudas», indicó Villaroel.

En un pequeño evento, la alcaldesa de Fontana, Acquanetta Warren, Nava y otros exalumnos se reunieron este jueves en el Centro Comunitario para Personas Mayores y sorprendieron a Villarruel con las donaciones. 

«Lo primero que pensé fue: ¿Estoy soñando? Todavía no puedo superar esta experiencia», expresó Villaroel, que aseguró que planea pagar el favor ayudando a otros que lo necesiten. «El sentimiento más grande que tengo en este momento es como una obligación de que necesito hacer mucho por el mundo, señaló, al tiempo que se dijo capaz «de encontrar el modo de hacerlo».

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