El proyecto de desarrollo Tren Maya acumula al arranque de sus obras siete suspensiones judiciales.
Con tres nuevas suspensiones promovidas por el colectivo Indignación, de Yucatán; los tramos del Tren Maya donde se han comenzado los trabajos, 1, 2, 3 y 4, están impedidos para continuar con los trabajos.
No obstante, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ha informado avances de las obras cada semana, argumentando que se trata de labores de “rehabilitación”.
La primera suspensión definitiva fue concedida en marzo de 2020 al Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil, por parte del Juzgado primero de Distrito con sede en Campeche.
Los efectos de dicha suspensión ordena al promovente (Fonatur) y a las demás dependencias federales abstenerse de realizar cualquier acto tendiente a la ejecución del proyecto dentro de la zona geográfica de Xpujil, Calakmul, que forma parte del tramo 2.
Una segunda suspensión definitiva se otorgó a la comunidad Maya Ch’ol, asentada en Palenque, Salto de Agua y Ocosingo, Chiapas, en el tramo 1.
Dicho amparo concedido por el segundo Juzgado de Distrito con sede en Chiapas fue porque no se acataron las medidas sanitarias, de modo que esta suspensión solo tendrá vigencia hasta que se termine el periodo de contingencia por el Covid-19.
El 7 de diciembre pasado un colectivo de comunidades indígenas de Campeche, Yucatán y Quintana Roo consiguieron una nueva suspensión para las obras del tramo 2, por lo que la constructora deberá abstenerse de realizar trabajos de la obra.
Una cuarta suspensión fue otorgada a habitantes de los municipios de Chocholá, Mérida e Izamal, el 20 de enero de 2021 y ratificada el pasado 8 de febrero pasado por el el Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administración, luego de desechar una queja planteada por Fonatur contra el amparo concedido en esta zona, parte del tramo 4.
En días recientes el Juzgado Cuarto de Distrito con sede en Yucatán concedió tres nuevas suspensiones provisionales para el tramo 3 del Tren Maya.
Los amparos promovidos por el colectivo Indignación y la organización Muuch Xiinbal se debieron a que, a su juicio, no se realizó un proceso de consulta pública libre, informado y culturalmente adecuado.