Mientras la industria turística del Caribe Mexicano lucha todos los días por recuperarse de la peor caída en su historia a causa de la pandemia, de no controlarse, las algas de sargazo podrían agravar la crisis del turismo, actividad económica de la que depende toda la población de manera directa o indirecta.

De acuerdo con el veterano de la hotelería, Abelardo Vara Rivera, en 2018 la crisis por el sargazo derivó en bajas de ocupación que alcanzaron hasta el 15 por ciento, más de una tercera parte de la ocupación actual: apenas 40 por ciento.

Además, el recale masivo de sargazo en las playas golpea las de por sí frágiles finanzas de los hoteles, pues representa un costo mensual que va de los 60 mil a 120 mil pesos mensuales, dependiendo del tamaño del frente de playa y ubicación, expone el también presidente honorario de la Asociación de Hoteles de Cancún Puerto Morelos e Isla Mujeres.

Desde diciembre de 2020 la floración de sargazo ha mostrado un crecimiento acelerado, apunta el reporte del monitoreo satelital que realiza la Universidad del Sur de Florida (USF) en conjunto con la NASA.

La crisis se avecina de nueva cuenta a las costas del Caribe”, advierte Alejandro Bravo Quesada, especialista en oceanografía marina y director de Ocean Solutions México.

De acuerdo con el último reporte, de diciembre a enero la cantidad de sargazo en el mar pasó de 3.2 millones de toneladas en diciembre a 4.6 millones de toneladas en febrero. Esta cantidad es 4 veces mayor a la reportada para el mismo periodo en enero del año pasado.

El reporte de la USF señala que esta cantidad es comparable con los registros de 2019, cuando la marea marrón de sargazo transformó por completo el paisaje de aguas turquesa y arenas blancas.

Patrones de comportamiento

“El fenómeno del sargazo comienza a mostrar algunos patrones de comportamiento desde que comenzamos a observar con más atención, en 2015. La temporada de floración comienza a principios de año y tiene sus picos más altos en el verano, mostrando una baja significativa en el invierno. Vemos que tiene periodos anuales de mayor intensidad, luego menor y vuelve a subir. Estos patrones nos indican que muy probablemente este año tendremos grandes cantidades”, explica Bravo Quezada, parte del grupo de científicos que asesoran al gobierno de Quintana Roo sobre este fenómeno.

Con una extensión de 44 kilómetros, el cinturón de sargazo se ubica actualmente al sur de las Antillas Menores, que ya han experimentado recales menores. La dinámica de las corrientes marítimas y la trayectoria que ha seguido en años previos permiten inferir que este sargazo transitará por toda la región caribeña hasta topar con las costas mexicanas y desviar su rumbo al sur de Florida.

Desde hace seis años, el agua marrón, un olor fétido, fauna marina muerta y toneladas de algas acumuladas en la costa son la imagen con la que los destinos turísticos del Caribe reciben a sus turistas en el verano, cuando el recale de sargazo es más intenso.

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