Es importante que tu empresa tenga un nombre bueno, que proyecte siempre valores positivos y suene bien.

En mercadotecnia existe algo llamado brand name research (investigación sobre el nombre de marca), la cual se dedica a estudiar desde distintos ángulos todas las implicaciones que conlleva este proceso complejo y lento pero muy importante.

Sin embargo hay algunos puntos que no debes dejar pasar antes de pensar en el nombre de tu negocio.

El giro y el tipo de empresa importan.

Hay distintas clases de nombres y no todos funcionan para todo tipo de empresas. «Un nombre irreverente puede funcionar pero con límites, tal vez sirva en el mercado de la moda pero no en un mercado industrial que es más sobrio», sostiene un estudio realizado por B2B International, firma global dedicada a realizar estudios de mercado. Al respecto, la consultoría también recomienda que el nombre tampoco sugiera deficiencias en el producto.

Toma en cuenta cómo suena.

Una investigación realizada por el Journal of Marketing demostró que la exposición en voz alta a un nombre de marca con repetición sonora en su estructura fonética como Coca Cola, Jelly Belly, Kit Kat, Hubba Bubba, Tutti Frutti produce un efecto positivo hacia la marca, lo que influye también positivamente en las evaluaciones de los consumidores.

Un nombre que esté disponible.

Con el objetivo de tener una página de internet, tu negocio necesita que el nombre sea único y esté disponible. También debe de tener muchas palabras clave para describir lo que tu negocio hace. Para saberlo, haz una búsqueda en internet.

¡Regístrala!

Este es un paso fundamental a la hora de iniciar un negocio. Necesitas el nombre, logotipo y algunos otros documentos. Necesitas acudir al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, ahí podrás revisar si el nombre que deseas registrar está disponible, aunque también lo puedes hacer de manera gratuita en marcanet.impi.gob.mx. El IMPI ofrece también una Guía del Usuario de Signos Distintivos que te facilitará el proceso.

Entre más corto, mejor.

Si el nombre es corto y fácil de deletrear, hace más fácil a los consumidores recordarlo, así como también facilita la búsqueda en la web, B2B Internacional recomienda que el nombre tenga dos palabras como máximo.

Piensa en imágenes.

El nombre debe de ser lo suficientemente visual para que todo aquél que lo vea sin saberlo, lo recuerde a través de la asociación mental de ideas, esquemas e imágenes. Por ejemplo, los nombres que inician con la letra K son más fáciles de recordar, asegura el estudio.

Distintivo y familiar. 

Así debe ser el nombre para que cuando se escuche, mucha de la información con la que se relaciona ya esté almacenada en la mente y para que no se confunda con otras marcas.

Recibe asesoría.

«Como emprendedor lo más sano es acudir a estos especialistas para que te hagan una propuesta de nombre. Primero tiene que decirles qué quiere transmitir, hacia qué se enfocará la empresa. Es el punto de partida y si no viene respaldado por expertos, entonces es posible que construyas tu marca desde un punto chueco», explica el especialista.

Fuente: Agencia Sapiens

Por admin

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