Pierre, un joven francés que vive en Nueva York, no tuvo dudas a la hora de elegir dónde viajar para pasar unos días de vacaciones el pasado noviembre.
«Decidí ir a México porque no pedían tests de covid-19 para entrar. Queríamos ir a las islas Turcas y Caicos, pero había muchas restricciones. Así que, aunque México no era nuestra primera opción, decidimos ir a lo fácil», cuenta.
Como él, miles de turistas internacionales -especialmente desde Estados Unidos- han visto en México una especie de oasis para viajar en pandemia gracias a sus casi inexistentes restricciones por coronavirus para ingresar vía aérea.
El gobierno mexicano, que ha recibido no pocos cuestionamientos por esta postura casi inédita en el mundo, insiste en que restringir la entrada de turistas no tiene un efecto claro para la reducción del número de contagios en un país que supera los 170.000 muertos por covid-19.