El Gobierno de Argentina ha lanzado un pasaporte sanitario contra la COVID-19, que ha dejado hasta el momento 56.023 muertos y 2.373.153 positivos confirmados.
Mientras el país ha sumado 9.902 casos y 82 fallecidos en la última jornada, según el último balance de las autoridades sanitarias, publicado este viernes, ha comenzado a funcionar la aplicación ‘Mi Argentina’, una credencial digital que demuestra si una persona ha sido ya vacunada.
La herramienta, que sirve como documento dentro del país y próximamente como pasaporte sanitario para viajes internacionales, recoge información sobre la inoculación obtenida del Registro Federal de Vacunación Nominalizado, según informa el medio argentino ‘Clarín’.
La aplicación contará próximamente también con información sobre resultados de PCR y certificados de inmunización de hijos e hijas. «Por primera vez, tenemos un registro unificado y digital de todas las personas a quienes se le dio efectivamente la vacuna», ha apuntado sobre la herramienta la titular de la Secretaría de Innovación Pública, Micaela Sánchez.
Mientras tanto, el país continúa con su Plan de Vacunación, que ha logrado la aplicación de 4.163.858 dosis hasta el momento, con más de 3,8 millones de personas inoculadas con la primera dosis y más de 683.000 con el esquema completo.
Para llevar a cabo la campaña de inmunización, Argentina ha recibido ya más de 6,7 millones de inoculadores, mientras el Gobierno argentino ha distribuido más de 5,5 millones de estas unidades entre sus jurisdicciones, recoge la agencia Télam.
En este sentido, la asesora presidencial Cecilia Nicolini ha señalado que dentro de la «estrategia multivacuna» decidida por el Gobierno argentino se incluyen en estos momentos negociaciones con Cuba e India para la adquisición de inoculadores.
Nicolini no ha descartado que sigan las conversaciones también con la farmacéutica Pfizer, que fue una de las primeras con las que el Gobierno tuvo contacto, pero las negociaciones quedaron suspendidas.
En el vacunación, se ha vuelto a dar en Argentina un nuevo caso de inmunización irregular, esta vez por un «error administrativo» en la provincia de Santa Fe, donde se ha inoculado a cien empleados de Cultura que no son mayores de 70 años ni pertenecen a grupos vulnerables.