El activista ambiental Gerardo Solís denunció formalmente la tala y relleno de manglar en un predio de la zona hotelera de Tulum, donde se construye un edificio con fines turísticos.
El predio está localizado en la dirección Tankah IV, Lote A, Fracción I de la Fracción 21, cerca de Bahía Solimán.
De acuerdo con la licencia de funcionamiento otorgada por el Ayuntamiento, en el lugar se pretende construir 24 departamentos, distribuidos en cuatro plantas.
En la denuncia presentada ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se expone que además de cortar y rellenar una zona de manglar, se desmontó toda la duna costera, arrasando con especies en peligro de extinción como la Palma Chit.
Los constructores o propietarios pusieron tablones en el perímetro de inmueble, para que la gente no pueda percatarse del daño ecológico que se está realizando al interior. Incluso hay maquinaria haciendo un pozo de agua perforando la duna costera”, indica Solís Barreto.
En su argumentación, el también abogado apunta que el Artículo 60 de la Ley General de Vida Silvestre prohíbe expresamente la remoción, relleno, transplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia.
Asimismo, el Código Penal Federal prevé en su artículo 420 Bis, sanciones de hasta diez años de prisión a quien dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos.
“Considero que los hechos hace méritos para fincarles responsabilidades civiles y administrativas a las personas que participan en esta obra ecocida, tanto a los trabajadores como responsables de la obra, e incluso son responsables de esto los dueños de los inmuebles”, agregó.
El terreno ya se encuentra desmontado casi en su totalidad. La licencia de funcionamiento y constancia de uso de suelo fueron emitidas por el Ayuntamiento a finales del 2020.