A solo días de la denuncia en contra del Mandala Beach Club y la demolición de un club que operaba de manera irregular, más playas de Cancún están siendo cerradas para impedir el paso a bañistas, como el caso de San Miguelito, en el kilómetro 13.5 de la zona hotelera.

A pesar de que el año pasado se estableció en ley que todas las playa son públicas, la obstrucción de los accesos y el libre tránsito a los arenales de Cancún son una constante por parte de hoteles y prestadores de servicio irregulares.

Esta semana se difundió a través de las redes sociales una queja contra del club de playa Mandala Beach por la cerca que colocó en su perímetro de playa, además de los operativos implementados por la Fiscalía General del Estado para recuperar una zona federal invadida.

Sin embargo, otros complejos hoteleros han seguido las mismas prácticas. En la zona conocida como San Miguelito, el complejo The Ritz-Carlton colocó grandes macetas para impedir el tránsito a los visitantes, en su mayoría locales que cruzan por esa área.(Paola Chiomante)

Parte del área circulada no se encuentra frente al hotel, sino en los lotes contiguos donde no hay ninguna construcción: solo palapas en desuso.

También a un costado de la Casa de Visitas Oasis se colocó una cerca para delimitar su frente de playa, de acuerdo con las imágenes obtenidas en el sitio.

La Ley de Bienes Nacionales establece en su artículo 8 que todos los habitantes de la República pueden usar los bienes de uso común, sin más restricciones que las establecidas por las leyes y reglamentos administrativos, regulados por las autoridades:

“El acceso a las playas marítimas y la zona federal marítimo terrestre contigua a ellas no podrá ser inhibido, restringido, obstaculizado ni condicionado salvo en los casos que establezca el reglamento”.

La Fiscalía General de Quintana Roo expuso, a través de su vocería, que con los operativos en Playa Gaviotas se busca enviar una señal de que no habrá impunidad, para que los hoteleros y terceras personas se abstengan de prácticas indebidas.(Paola Chiomante)

No obstante, las quejas son constantes.

La que se ha vuelto recurrente es el acceso a la playa de El Faro, ubicada frente al hotel Hyatt Ziva, en Punta Cancún, pues el personal niega el acceso a los visitantes o les obliga a irse por una zona rocosa intransitable.

Asimismo, con frecuencia los camastros de los hoteles cubren toda la línea de costa, quitando espacio para que los visitantes locales puedan acomodar su sombrilla o pertenencias.

La concesión de las playas para que las empresas le saquen provecho económico también continúa.

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