La industria automotriz mexicana, considerada una de las más sólidas del sector manufacturero y pilar de la economía nacional, registró una leve contracción durante los primeros nueve meses de 2025. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la producción total de vehículos ligeros alcanzó los 3.02 millones de unidades, lo que representa una caída interanual del 0.31 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Aunque el retroceso puede parecer marginal, la cifra refleja una desaceleración en el ritmo de crecimiento que el sector había mantenido desde 2022, tras la recuperación pospandemia. La industria enfrenta ahora tensiones comerciales con Estados Unidos, su principal socio y destino de exportación, además de una demanda interna moderada.

El Inegi precisó que el 77.2 por ciento de los vehículos producidos fueron camiones ligeros, mientras que el resto correspondió a automóviles particulares. Este dato confirma la tendencia observada en los últimos años hacia la preferencia del consumidor por modelos tipo SUV y pick-up, tanto en el mercado nacional como internacional.


Desempeño de producción y exportaciones

Durante los primeros tres trimestres del año, la exportación de vehículos ligeros retrocedió 0.9 por ciento, ubicándose en 2.56 millones de unidades, mientras que las ventas en el mercado interno descendieron 0.55 por ciento, con 1.07 millones de unidades comercializadas.

Estos resultados muestran que el sector automotriz se encuentra en una etapa de estancamiento leve, luego de tres años consecutivos de crecimiento tras los efectos de la pandemia y la crisis global de suministros.

En septiembre, los datos fueron aún más significativos: la producción cayó 6.09 por ciento interanual, con un total de 355 mil 525 unidades fabricadas, y las exportaciones disminuyeron 0.33 por ciento, al registrarse 314 mil 656 vehículos enviados al extranjero. En contraste, las ventas internas repuntaron ligeramente 0.34 por ciento, al alcanzar 117 mil 181 unidades.


Empresas con mayores variaciones

El reporte del Inegi destacó que Volkswagen fue la empresa con la mayor reducción interanual en producción, con una caída del 17.4 por ciento. Cabe recordar que en agosto su sindicato amagó con una huelga, que finalmente fue evitada tras alcanzar un acuerdo de incremento salarial.

Asimismo, Honda (-12 por ciento), Stellantis (-10.9 por ciento), Mazda (-10.7 por ciento) y Mercedes-Benz (-10.5 por ciento) registraron también disminuciones notables en su volumen de producción durante el periodo analizado.

Estos retrocesos se atribuyen tanto a ajustes en las cadenas de suministro globales como a una disminución en los pedidos internacionales, derivada de la desaceleración económica de Estados Unidos y Europa.


Un sector clave para la economía nacional

La industria automotriz mexicana representa aproximadamente el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y más del 20 por ciento del PIB manufacturero, lo que la convierte en el motor más importante del sector industrial del país.

México se mantiene como uno de los principales exportadores de vehículos del mundo, con presencia en más de 100 países, aunque el mercado estadounidense absorbe alrededor del 80 por ciento de las exportaciones nacionales.

En 2024, el sector logró un crecimiento superior al 5 por ciento tanto en producción como en exportaciones, lo que permitió encadenar tres años de expansión tras el desplome causado por la pandemia de COVID-19 y la crisis global de semiconductores.

Sin embargo, el comportamiento observado en 2025 sugiere una etapa de moderación, influida por factores como la reconfiguración de las cadenas de suministro, las tensiones comerciales con Estados Unidos y los ajustes en la demanda de autos eléctricos e híbridos, que están transformando el mapa productivo del sector.


Factores que explican la desaceleración

Entre las causas principales de este retroceso se identifican:

  • Tensiones comerciales bilaterales: La revisión del T-MEC y las discusiones sobre reglas de origen han generado incertidumbre en las plantas exportadoras mexicanas.
  • Disminución en la demanda estadounidense, especialmente de modelos de combustión tradicional, a medida que crece el mercado de autos eléctricos.
  • Cambios en las estrategias de producción de algunas marcas, que están trasladando parte de su manufactura a plantas en Asia o Estados Unidos.
  • Presiones salariales y sindicales que afectaron la continuidad operativa en algunos centros industriales, como Puebla y Aguascalientes.

Estos elementos se combinan con un contexto global de transición energética y transformación tecnológica, en el que los fabricantes enfrentan la necesidad de adaptar su oferta a nuevas normativas ambientales y preferencias de consumo.


Perspectivas hacia el cierre de año

Pese a la desaceleración, los analistas del sector prevén que México mantendrá su posición como uno de los principales productores mundiales de vehículos ligeros. La fortaleza de su red de proveedores, su ubicación geográfica estratégica y su experiencia en manufactura avanzada siguen siendo ventajas competitivas frente a otros países emergentes.

Hacia el cierre de 2025, se espera una ligera recuperación impulsada por el repunte de la demanda en Norteamérica y el inicio de nuevos proyectos de inversión vinculados con la electromovilidad, especialmente en estados como Nuevo León, Coahuila y Guanajuato.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), México podría cerrar el año con una producción cercana a los 4 millones de unidades, siempre que las condiciones externas —como los precios de materias primas, la estabilidad laboral y la relación comercial con Estados Unidos— se mantengan estables.


Un futuro de transformación

El informe del Inegi incluyó datos provenientes de 22 empresas afiliadas a la AMIA y seis no afiliadas, que en conjunto representan 39 marcas producidas y comercializadas en el país. Esta diversidad demuestra la magnitud del sector y su papel central en el ecosistema manufacturero nacional.

A largo plazo, los desafíos para la industria pasan por consolidar su transición hacia la producción de vehículos eléctricos, fortalecer su infraestructura tecnológica y mantener su competitividad frente a nuevos polos industriales en Asia y América del Sur.

Pese al bache coyuntural de 2025, la industria automotriz mexicana sigue siendo un pilar del desarrollo económico y un emblema de la capacidad productiva nacional, capaz de reinventarse ante los cambios globales.

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *